Buenos días a tod@s!
Hoy volvemos a publicar un artículo del gran D. Demetrio Galán Bergua.
Esta vez, nos deleita con un artículo
dedicado al gran Pedro Nadal, más
conocido como el Royo del Rabal y
que tantas y tantas coplas ha cobijado en su título.
Artículo publicado el 15 de octubre de 1961 y dedicado al Royo del Rabal
GALERIA DE LA JOTA
CANTADORES CÉLEBRES: PEDRO NADAL, “EL ROYO DEL RABAL”
UN SÍMBOLO
DE LA JOTA
No sé, con
el transcurso de los siglos, lo que será de la Jota aragonesa. Para los agoreros-pesimistas
que sistemáticamente profetizan lo malo, lo falta, hace ya muchos años que la
Jota está condenada a morir. Los escépticos, los que no saben o no quieren ver
en ella una maravillosa manifestación lírica regional, dicen que la Jota, como muchas de nuestras melodías populares,
quedará limitada a espectacularizarse pobre y esporádicamente en muy contadas
ocasiones. Los insensibles, los que no la sienten ni comprenden, la consideran
con poca fuerza sugestiva para perdurar, y solo le reservan un triste porvenir
con vida lánguida y precaria. Para mí -y lógicamente, para todos sus amantes y
defensores-, la Jota, con toda su pujanza y con todo su encanto, será eterna.
Pues bien: ocurra lo que haya de ocurrir, en la historia del canto regional
aragonés figurará siempre la evidencia de que en la segunda mitad del siglo XIX
existió un personaje que, con carácter imperecedero llegó a convertirse en un
símbolo inmortal. Un cantador que, en la iniciación del florecimiento de la
Jota, la interpretó en forma hasta entonces desconocida; un jotero popular que
surgió avasallador en el ambiente zaragozano, que enfervorizó y exalto a las
masas ciudadanas, y que no tardó en ser admirado por todo Aragón, traspasando
su fama nuestras fronteras regionales. Este coloso de la Jota fue Pedro Nadal,
asustero de la acequia del término del Arrabal de Zaragoza, popularmente
llamado “El Royo del Rabal” nacido en octubre de 1845 y fallecido en mayo de
1905.
LA FIGURA
DEL “ROYO”.
No es
posible incluir en esta breve sección de HERALDO DE ARAGÓN, destinada tan sólo
a recordar concisamente a los más celebres cantadores y cantadoras de Jota, la
extensa y enjundiosa biografía del celebérrimo rabalero. El historial del
“Royo”, se presta a confeccionar una larga novela plena de realismo y pródiga
en facetas interesantísimas. Como cantador, sabemos que fue “único”; sin duda
alguna el de más acusada personalidad de todos los tiempos. Once años tenía yo
cuando él murió. No le conocí, pero ya mi padre, entonces y después, me habló
con entusiasmos de sus asombrosas facultades y de la enorme diferencia
existente entre su “modo” de cantar y el de los que en su última época
comenzaron a destacar como grandes joteros. La magnífica escuela de Santiago
Lapuente reflejada en los prodigiosos José Moreno y Juanito Pardo y las sensacionales revelaciones de Cecilio
Navarro y Miguel Asso se prestaron pronto a que los jotistas pretendieran
establecer algunas diferencias y admitir determinadas analogías entre éstos y
aquél. Pero ello carecía de sólido fundamento, porque Pedro Nadal no puede
comprarse con nadie, mejor dicho: nadie puede compararse a él. Fue diferente a
todos los que le precedieron, a sus contemporáneos, y a los que le sucedieron.
Aparte de que por su voz, por su natural empaque, por su intuición, resultó
inimitable, aquellas “zaragozanas puras” y aquellas “femateras” que él cantaba,
nadie ya las ha interpretado como él. Cuantos tuvieron la suerte de oírlo en su
apogeo, sobreviviendo lo suficiente para apreciar las portentosas
interpretaciones de los más destacados cantadores del primer cuarto del siglo
XX, nos informaron de que “El Royo del Rabal” era “otra cosa”. No seríamos
justos si dejásemos de reconocer que aquellos y no pocos de los actuales han
hecho de los estilos antiguos una sugestiva modificación, y de las tonadas
modernas una verdadera filigrana. Pero las frases cortadas, la sencillez, la
belleza, la naturalidad, los “arranques” y el brío espontáneo que los más
competentes nos han recalcado como peculiarísimos en Pedro Naval, “suyos”
fueron y de nadie más. Yo, solamente voy a dar un detalle elocuente. He oído
cantar a los mejores joteros de Aragón, en lo que va de siglo: he repasado la
mayor parte de sus tonadas transcritas al pentagrama, sus grabaciones
gramofónicas, y algunas que están inéditas todavía: y he quedado admirado de la
variedad de ciertas colecciones suyas y
del primor con que interpretan la mayoría de ellas. Pero también he
llegado a la conclusión de que en el caso concreto de las que con predilección
cantaba “El Royo del Rabal”, con los informes que de él tengo, y apoyándose en
la forma de cantar de sus sucesores, no puede ser, en modo alguno que, por lo
menos, cuatro o seis estilos, los cantase él como los han cantado los demás.
Bien significativo es, por tanto el detalle de que sean contadísimos los
joteros del siglo que han interpretado la “fematera del Royo” la “zaragozana
pura del Royo” y otras que figuran transcritas como su exclusividad, con esas
características a que antes me he referido. En fin, yo, sinceramente creo que
la Jota se ha llegado a cantar con más maestría y perfección que el sabor, reciedumbre
y naturalidad que él la cantaba, sobre todo aquellos estilos que el rabalero
hizo populares con estas coplas que figuran en el Cancionero:
Aunque
pongan en el puente
un cañón de
artillería,
tengo de
pasar a verte,
rabalera de
mi vida.
Quisiera
pasar el Ebro;
me lo
impide la “arbolera”,
si no me
alarga la mano
una niña
rabalera.
Un consejo
voy a darte
pa que vivas
mucho y bien,
y es que no
hagas en tu vida
lo que
mande tu mujer.
De las
Jotas de Aragón
ninguna tan
verdadera
como la que
canto yo
llamada la
“fematera”.
GAYARRE Y
EL “ROYO”
Julián
Gayarre, el inmenso tener navarro, “El ruiseñor del Roncal”, tras de curarse de
una grave fiebre tifoidea, hizo promesa –en acción de gracias-, de visitar a la
Virgen del Pilar, aprovechando la primera ocasión que tuviese. Esta ocasión se
presento a su regreso de un viaje a Italia y coincidiendo con una actuación
suya en Zaragoza. Durante su estancia, en honor al tenor de fama mundial se
organizo una ronda de tañedores y cantadores zaragozanos que a media noche hizo
su aparición ante el hotel donde se hospedaba el divo. Y fue “El Royo del
Rabal” el encargado de interpretar varias coplas alusivas que entusiasmaron a
Gayarre. Para salutación le brindo ésta:
Al compás
de la guitarra
y de canto
popular
te saluda
humildemente
el Royo del
Arrabal.
Pero
faltaba la despedida, y para este fin, el rabalero eligió un estilo en una de
cuyas frases finales alcanzaba el “re” sobreagudo, manteniéndolo en un
discretísimo calderón- como únicamente cabe admitirlo-, y fue entonces cuando
el tenor de la garganta misteriosa quedó perplejo y fuertemente impresionado
ante aquel alarde de facultades y seguridad con que cantaba el famoso jotero
aragonés.
©Archivo Heraldo de Aragón
LA COPLA
DEL INDULTO.
Pedro
Nadal, por motivo que no precisa mencionar aquí, estuvo preso en la Cárcel de
Zaragoza. Sólo diré que las atenuantes fueron unánimemente reconocidas, que el
pueblo sufrió un enorme trauma moral, y que un ilustre personaje zaragozano,
que fue ministro de Ultramar, íntimamente afectado por lo ocurrido, se propuso
facilitar, lo más rápidamente posible, el indulto del “Royo”. Una circunstancia
favorabilísima no tardó en presentarse. Alfonso XII, después de su casamiento
con la reina Mercedes, hizo estancia en Zaragoza. Alguien, tal vez la
personalidad citada, insinuó la idea de que el Monarca visitase a los presos de
la Cárcel de nuestra ciudad. Logrado, al fin, que esta visita se realizase, lo
cierto es que al pasar el Rey frente a la celda que ocupaba Pedro Nadal, éste,
tras las rejas, con potente voz y maravilloso estilo inundó el ámbito de la
prisión con la célebre copla:
Soy el Royo
del Rabal,
el cantador
de Aragón.
Y a su
Majestad le pido
Me saque de
esta prisión.
Indudablemente,
el contenido de la cuarteta, la recia figura del rabalero, y el poder sugestivo
de la Jota impresionaron vivamente a Alfonso XII y, al poco tiempo, el preso
recobraba su libertad.
OTRAS
COPLAS CÉLEBRES.
Si antes de
ingresar en la Cárcel ya era famoso, como intérprete de la Jota, el “Royo del
Rabal”, a partir de este hecho curiosísimo que el pueblo lo comentó con pasión,
lo saturó de romanticismo y lo colmó de sentimentalismo, este excepcional
jotero se destacó con la figura más interesante entre los cantadores de su
tiempo y se convirtió en un verdadero ídolo de las multitudes. Cuando el
rabalero fue apresado, en aquellas circunstancias tan propicias a la inventiva
de los desocupados, a la fantasía popular y al desahogo de los poetas, salió a
la calle una copla alusiva coincidiendo, probablemente, con su traslado a la
Cárcel atravesando, precisamente, la ribera del Ebro:
Al Royo del
Arrabal
lo llevan
por la Ribera:
no lo
llevan por ladrón,
que lo
llevan por tronera.
Ni por
tronera, ni por ladrón estuvo en presidio el Royo del Rabal. Sé de él que era
lo que se dice “todo un hombre”, dado al rumbo y a la majeza. Y sé, también, lo
que en más de una ocasión nos aseguró otro célebre cantador, “El Tuerto de las Tenerías”,
al referirse al “tropiezo”, que llevó a la Cárcel a su compañero en lides
joteras. Nos decía “El tuerto”: “El Royo”, era un aragonés fuerte, a veces
violento, pero nunca de malos instintos. Fue una buena persona, pero tenía el
defecto de ser demasiado valiente… Por eso le pasó lo que le pasó. Un cobarde,
en su caso no hubiera ido a presidio”.
En fin, la
poesía popular, al Royo del Rabal, en vida, le dedicó esta copla, entre otras
varias:
Canta,
Royo, de las tuyas,
echa una
zaragozana,
que la Virgen
del Pilar
si no te
oye se desgana.
Y cuando el
11 de mayo de 1905 dejó de existir, no faltó quien legó a los joteros de Aragón
esta otra copla que fue cantada durante algún tiempo:
Un día del
mes de mayo
murió el
Royo del Rabal
¡Que Dios
lo haya perdonado!
Nadie le
gano a cantar.
Demetrio GALAN BERGUA.
La próxima
publicación de nuestra sección “El Heraldo de la Jota” estará dedicada a un
gran cantador bilbilitano, que fue conocido como el “Sansón” de Zuera. ¿Me
sabríais decir su nombre?
Sergio Sanz
Artús
Excelente la noticia y el blog, muchos saludos!
ResponderEliminar