martes, 9 de abril de 2013

CELESTINO BALLARÍN


Buenos días a tod@s!

Una semana más, recuperamos a los grandes intérpretes de nuestra jota de la mano del maestro D. Demetrio Galán Bergua.

Esta semana recibimos al cantador que hizo llorar al gran Fleta, y cuyo artículo fue publicado el Domingo 27 de Agosto de 1961.


CANTADORES CÉLEBRES: CELESTINO BALLARIN






PASTOR DE SU GANADO Y JOTERO EN EL MONTE

El día 18 de Abril de 1989, en la villa de Rueda de Jalón (Zaragoza), nació este célebre jotero que desde muy niño sintió gran afición por la Jota. Su ocupación habitual era cuidar del ganado de su propiedad, pasando en el monte la mayor parte de las horas del día. Allí, frente a la mole del Moncayo que a lo lejos resalta, el niño, mocico ya, se hizo recio y fuerte, rodeado en espliegos y tomillos que le saturaron de perfumadas esencias. Tostado por el sol y curtida su piel por el cierzo, empezó a desgranar las primeras tonadas que aprendiera en fiestas y rondas de su pueblo y comarca. De momento, contaba con una feliz memoria musical y con un imponente chorro de voz atenorada. Nadie sabía de su afición, ni de sus ensayos en pleno monte. Seguía, él día tras día, cuidando su rebaño y cantando, cada vez con más afán, con mayor seguridad. Pero Ballarín, hombre tan tímido como fuerte, nunca se atrevía a cantar ante sus familiares o conocidos. Hizo falta que un día de primavera, a la hora del véspero, cuando a la ya tenue luz de un crepúsculo maravilloso regresaba al pueblo, fuese sorprendido en sus expansiones joteras por un grupo de labriegos que, como él, volvían a sus casas. Grande fue el asombro de todos ellos, quedando admirados de aquella voz portentosa y del sabor que a las coplas imprimía el mocetón de Rueda.

Desde entonces, para nadie fue un secreto que Ballarín cantase la Jota. Más éste, siempre tímido y falto de decisión, continuó varios años cantando en el monte y negándose a hacerlo ante el público. Era el pastor jotero que solo allá, alejado del mundo, en la soledad y paz del campo, sentía el anhelo y la necesidad de cantar, sin ambiciones, sin vanidad, sin cálculos, sin esperanzas…

 EN TORRES DE BERRELLEN.

Celestino Ballarín, a la edad de veintisiete años fue a residir definitivamente a la cercana villa de Torres de Berrellén. Nadie sabía de sus aptitudes para la Jota cantada. Pero una noche, habiendo hecho relación y amistad con varios mozos, provistos de bandurrias y guitarras, y dispuestos a cantar unos  y otros como buena o malamente supieran. Y así, más mal que bien lo iban haciendo todos, menos Celestino.

-          ¿No cantas tú, Ballarín? – le preguntó uno de los mozos.

-          ¡Amos, échate una canta! – dijo otro, sin dar lugar a que Celestino contestase a la anterior.

-          Bueno… si lo queréis… pero… No sé lo que saldrá – dijo nuestro jotero.

Se pararon frente a la casa de don Elías Murillo Duarte, director de los rondallistas de Torres y administrador del señor duque de Villahermosa; y ante la sonrisa malévola de los del grupo rondador, que sospechaban una destemplada y desastrosa interpretación, el bueno de Celestino se plantó en jarras, alzó la cabeza, y en el momento oportuno “entró” sin titubeos, con afinación perfecta, con seguridad absoluta, y emitiendo una potente voz que inundó el ámbito de la calle cantando – entre la estupefacción de los demás- la célebre copla aplicada al bellísimo y valiente estilo de “El Baldomero”, cuya letra dice así:

Ya está la ronda en la calle

que no tiene resistencia;

lo mismo es tirale balas

que papeles a la Audencia.

Los mozos, de momento, sin reacción alguna, quedaron boquiabiertos, inmóviles como estatuas y mirándose unos a otros, como quien acaba de creer ver brujas o fantasmas; pero súbitamente volvieron a la realidad, y todos a una se lanzaron sobre Ballarín, al que abrazaron y estrujaron, mientras en el balcón de la casa de Elías Murillo aparecía éste medio vestido, con  muestras evidentes de sorpresa, entusiasmo y emoción. Desde el balcón dijo al cantador: “¡Mozo!... Mañana te espero para ensayar conmigo”. Al día siguiente el cantador del monte era probado por el profesor, quien, al fin, exclamo: “Maño, tú no sabes lo que tienes. Esa voz…, esas maneras… Tú serás un gran jotero”. Y lo fue.

 EN ZARAGOZA

Al poco tiempo se presentó al gran Cecilio Navarro, quien después de oírle le expresó: “Ballarín: En Aragón no existe hoy una voz como la suya. Usted será campeón” Cecilio le dio algunas lecciones. Concursó en el Teatro Principal en el año 1929, y fracasó porque al empezar a cantar vio a su madre en primera fila de butacas, se emocionó intensamente, se cortó y, naturalmente, no obtuvo premio.

Después, ensayó mucho tiempo con Bernardo Benito- que había sido excelente cantador-, y ya en 1930 consiguió el segundo premio en el Certamen Oficial; el primero en Madrid, en 1933, el 12 de Octubre, que es cuando Miguel Fleta le escuchó desde un palco, y fue al escenario a felicitarle y decirle: “Me has hecho llorar, Ballarín. ¡Qué gran tenor lírico serías!”. Y, por fin, el primer premio en el Principal de Zaragoza.


©Archivo Heraldo de Aragón


ANÉCDOTAS

Ballarín recorrió España, Francia y Portugal. En Madrid un espectador le dijo gritando: “Así como eres de feo a montones, tienes la voz a carretadas”. – En Fraga, el periodista Antonio Beltrán le preguntó entusiasmado “¿Por casualidad, tiene usted de aceros los pulmones?” - Otra vez en Madrid un médico llamado Del Arco, que era de La Naja, en el Teatro Price le quitó el cacherulo, se lo puso él y le obligó a dar una vuelta por la pista, entre las aclamaciones del público. Y me contaba Celestino que aquel día recogió tantos puros que lleno una maleta, añadiéndome: “Y casi todos abanos de calidad”. En pleno apogeo, todos los años iba a San Sebastián, requerido por los duques de Villahermosa para cantar en su palacio.

 DOLOROSO FINAL

El día 20 de Marzo de 1942 estando cantando en el Centro Mercantil de Zaragoza, le llamaron a parte para comunicarle que su mujer acababa de morir. Y allí terminó la vida artística de Celestino Ballarín. Han pasado los años sin que la Jota haya asomado a sus labios. Últimamente, solo por complacer a los mozos de Torres de Berrellén, pueblo al que quiere entrañablemente, cantó una vez, a los sesenta años de edad, observando que conforme cantaba más y más, mejor “le salía” la voz. Y estas son las recientes palabras que he escuchado del gran jotero: “Hoy, no tendría inconveniente en volver a cantar tonadas y más tonadas, pero… ya comprenderá usted que como en aquellos tiempos… no podría ser”. El célebre cantador, el antiguo pastor de su ganado y jotero del monte, tiene razón. La Jota, para cantarla sin el espíritu y las energías de la juventud, vale más guardarla amorosamente, siempre viva en el fondo del alma y del corazón.

 

Demetrio GALÁN BERGUA.

 

La semana que viene recuperaremos el artículo que hace referencia a una de las grandes de la jota. Una cantadora con mayúsculas que se convirtió en el origen de una de las grandes escuelas de todos los tiempos y que D. Demetrio definió como La “Bien Plantada”.

Por cierto, atentos tod@s a la reflexión que el gran Bergua hace sobre la olivera de “Magallón”.

¿A quién nos referimos?

Sergio Sanz Artús
 
 

1 comentario:

  1. Celestino Ballarín Jaime, nacido el 30 de Enero de 1899 en Rueda de Jalón,falleció el 14 de Mayo de 1968 en Torres de Berrellén.

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