JACINTA BARTOLOMÉ

Buenos días a tod@s!

Regresamos una semana más, con un artículo del gran D. Demetrio Galán Bergua

El artículo de esta semana habla de una de las cantadoras más representativas de la historia de la jota, así como de una de las escuelas con más fuerza de todos los tiempos.

Artículo publicado el 1 de octubre de 1961 y dedicado a la gran Jacinta Bartolomé.

GALERÍA DE LA JOTA

CANTADORAS CÉLEBRES: JACINTA BARTOLOME, “LA PERLA DE EBRO”

La niña que sorprende por su voz, - La discípula predilecta de Miguel Asso.- La jotera que triunfa en París junto a Raquel Meller. – La estilista.- La profesora.

BUEN COMIENZO.

Jacinta Bartolomé nació en 1902, en la calle de Boggiero, y fue bautizada en la parroquia del  “Gancho”. Poco después habitó en el Arrabal, donde permaneció siete años. Y ya definitivamente, se trasladó con sus padres al número 17 de la calle San Miguel, donde el matrimonio se pasó al frente de una frutería. La madre, gran aficionada a la Jota, la cantaba con buena voz y excelente estilo, pero solo en plan familiar, para completar la felicidad del hogar, donde Jacinta, preciosa criatura, había llegado a colmar la dicha de sus padres. La niña, cada vez más hermosa, alcanzó la pubertad, quedando convertida en una mocilla de extraordinaria belleza. Escuchando a su madre, fue tomando cariño al canto regional, y, en los ratos sin quehacer; se entregaba a la Jota con una gracia y con unas “maneras” que causaban admiración entre vecinos y transeúntes.

Un día, cuando la joven daba rienda suelta a sus expansiones joteras, acertó a pasar por allí la inmensa Pilar Gascón, la cual, sorprendida y fuertemente impresionada por lo que empezaba a escuchar, hubo de detenerse ante la tienda para dar lugar a que la precoz intérprete terminase la tonada.

-          Oye, guapísima: ¿Quieres aprender a cantar bien la Jota? Preguntó Pilar Gascón.

-          ¡Ya lo creo! … - contestó la moza, a la vez que sus preciosos ojos se avivaban y entraban atentamente a la interlocutora.

A los pocos días Jacinta Bartolomé pasó a ser discípula de la gran jotera.

INTERVIENE MIGUEL ASSO.

Pilar Gascón no podía continuar –muy a su pesar- su labor cerca de Jacinta. Iba a casarse y necesitaba todas las horas del día para preparar su boda y su nueva vivienda. Pero otro maestro excepcional le estaba reservado a la neófita. Este era Miguel Asso, que en aquella época había alcanzado la cúspide de su fama.  Con tan competente profesor, Jacinta se convirtió pronto en una magnifica realidad. Y ya, siempre unida artísticamente al maestro, recorrió España y Europa, figurando como máxima revelación at3e todos los públicos. Por su atractiva estampa aragonesa y por sus cualidades como cantadora, se le llamo “La Perla del Ebro”.

Jacinta, durante 18 años, acompañó a Miguel en sus correrías artísticas. A la muerte de éste, en 1936, quedó sola para organizar un espectáculo dirigido por ella, continuando así su triunfal carrera.

EN PARÍS.

Miguel Asso era un bohemio del Arte. Sus giras por España y el extranjero fueron muchas y a todas ellas dio carácter romántico y aventurero. Entre sus múltiples expediciones destacan las que tuvieron a París como meta de sus aspiraciones. La primera actuación del cuadro por él formado, en los años 1924-1925, llevando como “estrella” de la Jota a Jacinta, fue en el “Théatre de la Cigale”, en un grandioso espectáculo titulado “Mujeres y Hombres de España”. De la importancia de esta obra basta recordar que la mayoría de las estampas fueron ilustradas con la música de los grandes compositores Conrado del Campo y José Forns. Y allí, junto a destacadas figuras internacionales, Jacinta Bartolomé causó sensación en el público parisino.

Pero donde el cuadro de Asso alcanzó el mayor de los éxitos fue, en 1930-1931. Actuando en el Teatro Palace, de París, con un maravilloso espectáculo titulado “París-Madrid”, siendo autor de la música y director del conjunto español el inolvidable maestro Jacinto Guerrero. En esta obra figuró como máxima atracción, la artista española que cautivó a los franceses: Raquel Meller, cuyo verdadero nombre era Paquita Marqués, nacida en Tarazona.

¡Raquel Meller!... Genial actriz de la que se dijo que era la “Emperatriz del cuplé”  y la “Diosa de la canción”. La mujer toda Gracia por sus maneras y sus gestos, y sus manos y su figura, respondiendo a la armonía clásica: toda Arte, porque ninguna como ella poseyó tanta intuición, tanto talento en la interpretación de sus múltiples tipos y canciones; toda Serenidad, porque sus ojos grandes y expresivos tenían luz de quietud, y su voz dulcísima era canto de ave, y panal de miel, y tintineo de plata; y toda Enigma porque en ella había magia, embrujo, ingenuidad, imagen de ira, picardía y reflejos de un ángel del Amor. Esta fue Raquel Meller que en París se la comparó con las grandes trágicas francesas hasta llegar a decir de ella que era “la trágica de la canción”, la “única”, la inigualable. Pues bien, en tal espectáculo, en el que durante un año actúa Jacinta Bartolomé, en unión de Miguel Asso, el “Tuerto de las Tenerías”, “Sansón” de Zuera y la pareja de baile Santos Fernández- Felisa Baría, nuestra jotera supo no sólo no desmerecer junto a la fama arrolladora de Raquel, sino que llegó a provocar el entusiasmo de los espectadores, contribuyendo a la apoteosis de los representantes de Aragón en el escenario del famoso teatro parisino. 

 ©Archivo Heraldo de Aragón

JOTERA COMPLETA

Jacinta Bartolomé, con las enseñanzas de Miguel Asso y las instrucciones del profesor de rondalla Jorge Sánchez Candial, se hizo una gran estilista y una excelente ejecutante de bandurria, guitarra y requinto. Y para que nada le faltara, llego a bailar la Jota con bailadores de la categoría de Santiago Zapata. Como estilista, fue y sigue siendo un caso extraordinario, creando líneas melódicas y su invención que pueden figurar con todos los honores en la Antología de la Jota cantada.

LA PROFESORA

Jacinta Bartolomé, por concurso de méritos fue nombrada profesora de Canto de la Escuela Oficial de Jota, tomando posesión del cargo en septiembre en 1930, cubriendo así la vacante provocada por el fallecimiento de Pascuala Perié.

Aparte de su ejemplar labor en la Escuela Oficial, labor fecunda y efectiva, como lo demuestra el plantel de discípulos aventajados que salen a su cátedra, Jacinta da clases de canto en su domicilio particular a unos treinta alumnos cada temporada.

Yo sé de la gran influencia que tuvo Miguel Asso en la vida artística de Jacinta Bartolomé, y puedo asegurar que su labor magistral respeta en casi su totalidad las características de aquel cantador que, como pocos, supo dar a la Jota un sabor y un matiz netamente aragoneses.

No hace muchos días fui a visitar a Jacinta, sorprendiéndola, en plena lección de canto ante varios discípulos. No puede resistir a la tentación e influencia del ambiente ni a mi incorregible curiosidad por todo aquello que a la Jota se refiere.

-          Por favor, Jacinta, cánteme algunos estilos de los “suyos”.

-          ¡Allá va, pues! – me contestó con marcado e intencionado deje baturro.

Y la maestra acompañándose de la guitarra, me obsequió con “caramullo”. Muchas, no sé cuántas, tonadas antiguas y modernas, y varías de su invención, brotaron de su boca con tal entusiasmo, gracia y perfección que sinceramente, me parecía estar soñando. Pero no soñaba, no.  Vivía una hermosa realidad que culminó cuando para despedida entonó y terminó con brío y casticismo el precioso estilo de la “fiera” antigua, valiente y sentimental a un tiempo, popularísimo en Aragón, no obstante sus indudables reminiscencias arábigo andaluzas, cuya letra dice así:

Nadie le tema a la fiera,

que la fiera ya murió;

al revolver de una esquina

un valiente la mató.

Demetrio, GALAN BERGUA.

Seguimos trabajando para poder daros a conocer todos los artículos que el gran Demetrio Galán Bergua publicó en Heraldo de Aragón, y volvemos a reiterar nuestro agradecimiento por la cesión, en exclusividad, de todos estos artículos.

Sergio Sanz Artús