lunes, 24 de enero de 2011

El Reloj de la Pasión


Esta semana, segunda de nuestro nuevo blog, me propongo haceros llegar unas coplas, que personalmente, tienen un gran valor sentimental.

Estas coplas, seguramente conocidas para muchos de vosotros, las recogí cuando falleció mi abuela materna, nacida en Sofuentes y gran fiel seguidora y admiradora de la jota.
Ella las tituló El reloj de la pasión, y cuenta la historia, narrada en versos, de las últimas horas de Jesús.

Os dejo con esta magnífica colección, invitándoos además, a que si alguno conocéis el origen de las mismas, por favor, nos lo hicierais saber a todos para completar de esta forma la información. Fijaros en la crudeza con que se describe cada momento vivido por Jesús.

(Leedlo de izquierda a derecha)
EL RELOJ DE LA PASIÓN
Es la Pasión de Jesús                 Oye, pues, oye sus horas                
Su reloj de gracia y vida,            Y en todas di agradecido
Reloj y despertador                   Que os daré mi Jesús
Que a gemir y orar con vida.          Por haberme redimido.
 
Devoto quiero escuchar                Cuando a las 7 os veo
Vuestro reloj, Jesús mío              Humilde los pies lavar
Y en cada hora cantar                 Como, si no estoy muy limpio
Lo que por mi habéis sufrido.         Me atreveré a comulgar.
 
A las 8 instituiste la cena           A las 9 el gran mandato
De nuestro altar y en ella            De caridad renováis
Señor nos diste                       Que habiendo amado a los tuyos
Cuanto nos podíais dar.               Hasta el fin, Jesús, amáis.
 
Oráis al padre postrado               Sudando sangre a las 11
Llegan las 10 en el huerto            Os contemplo en agonía
Haced mi Jesús amado                  Como es posible, Oh mi Dios
Que os pida con acierto.              No agonice el alma mía.
 
A las 12 de la noche                  A la 1 falsos testigos
Os prende la turba armada             Acusan vuestra inocencia
Y luego en casa de Anás               Que impiedad, que descaro
Recibís la bofetada                   Y que tanta fía insolencia.
 
A las 2 de madrugada                  E insultan los soldados
Caifas os interroga                   A las 3 os encarnecen
Y en favor vuestro Señor              Que con sacrílegas manos
Nadie os defiende ni aboga            Os dan los que ellos merecen
 
Que dolor cuando a las 4              A las 5 se reúnen
Os niega cobarde Pedro                Escribas y fariseos
Más vos Jesús le miráis               Y dicen: Muere en la Cruz
Y él reconoce su yermo.               Jesucristo Nazareno.
 
A las 6 sois presentado               A las 7, Jesús mío
Ante Pilatos el juez                  A Herodes fuiste llevado
Y él os declara inocente              Y allí de blanco vestido
Hasta por tercera vez.                Y como loco tratado.
 
A las 8 otra vez                      A las 9 los verdugos
Preso a Pilates volviste              Os azotan inhumanos
Y entonces a Barrabás pospuesto,      Y para ello a una columna
Jesús, os viste                       Os atan de pies y manos.
 
A las 10 duras espinas                A las 11 el juez inicuo
Taladran vuestra cabeza               Después de lavar sus manos
Espinas que en vuestras sienes        Al salvador le condena
Clavan con toda fiereza               A morir crucificado
 
A las 12 entre ladrones               Es la 1 de la tarde
Jesús os veo clavado                  Y a los verdugos perdonas
Y al buen ladrón prometéis            Y a vuestra madre dulcísima
Al Paraíso llevarlo                   Por madre nuestra nos donas.
 
A las 2 de nuevo hablamos             A las 3 gritas y dices
Sediento como Ismael                  Ya está concluido
Y al punto por refrigerio             Mueres y llora tu muerte
Te dan vinagre con hiel.              Todo el mundo estremecido.
 
A las 4 una lanzada                   A las 5 de la cruz
Penetra vuestro costado               Te bajan hombres piadosos
Brotando agua y sangre                Y en los brazos de tu madre
Para borrar mis pecados.              Adorarte silenciosos.
 
A las 6  con gran piedad              Triste la madre de Dios
Presenta también María                Queda sola y sin consuelo
En tu sagrado cadáver                 Lloremos todos los hombres
Darle honrosa sepultura.              Con los ángeles del cielo.
 
El reloj de la Pasión,
Pecador, ha terminado;
Llora, pidiendo a Jesús
Que perdone tus pecados.
 

FIN

Os adelanto, que a la próxima semana, os colgaré un recopilatorio de los post colgados en nuestro foro, referentes a la figura de Blas Mora.


Sergio Sanz Artús

No hay comentarios:

Publicar un comentario