martes, 26 de marzo de 2013

Eustaquio Viruete García "El Carabinero"



Buenos días a tod@s!
Como ya os avisamos la semana pasada, hoy damos comienzo a una nueva etapa en nuestro blog.
Invitamos a nuestro salón durante una temporada, con muchísimo respeto, al considerado mayor estudioso y divulgador de nuestra jota aragonesa: D. Demetrio Galán Bergua.
A través de sus palabras, vamos a descubrir a nuestros antecesores en la jota, a los intérpretes más aclamados y reconocidos de los siglos XIX y XX.
¡Deseamos que los disfrutéis tanto como nosotros!
A continuación, transcribimos el primer artículo, publicado el Domingo, 13 de agosto de 1961

EUSTAQUIO VIRUETE GARCÍA “EL CARABINERO”

EL SOLDADO JOTERO
Eustaquio Viruete García, “El Carabinero”, nació en la villa de Épila el año 1853, donde se le conoció por el apodo de “Chindribú“. Este mote y la afición a la Jota los heredó de su padre, el célebre “Tío Chindribú“.
Eustaquio Viruete fue soldado por el cupo de su pueblo. Al incorporarse como quinto, después de los trámites corrientes (reconocimiento médico, talla, etc.) efectuados en los locales de la Diputación Provincial, jaleado por sus paisanos y amigos –que conocían sus grandes facultades de jotero- cantó, “a palo seco“, en plena Plaza de San Francisco –hoy Plaza de España- varias coplas de Jota que entusiasmaron a cuantos le escuchaban, incluso alguno cabos, sargentos y oficiales. Esto, sin duda alguna fue el motivo por el que se le distinguió entre los demás quintos, y la única razón de que surgiese un protector que consiguió se le destinase a un regimiento donde pronto contó con el afecto y apoyo de ciertos valedores. Y así, durante su estancia en Zaragoza, no le faltaron muchísimas ocasiones en las que se acreditó, ante unos y otros, como excelente cantador de Jota.

EL CARABINERO
Al terminar sus deberes militares, Eustaquio Viruete pasó a formar parte de las fuerzas de Carabineros, siendo destinado a las montañas navarras. Allí se casó, pasando una tarde a la ría de Bilbao, donde prestó sus servicios hasta la edad del retiro, que disfrutó muchos años.
“El Carabinero“ tuvo doce hijos, algunos de ellos, con buena voz, también cantaron la Jota con bastante éxito entre los bilbaínos. Antes y después de que existiera en la capital vizcaína el Centro Aragonés, la casa de Eustaquio, “Chindribú”, fue refugio de muchos paisanos que se deleitaban oyendo cantar la Jota en infinidad de ocasiones. La hospitalidad de “El Carabinero” fue ejemplar. Bastaba que a Bilbao llegase un aragonés y visitase su domicilio, para que toda la familia le atendiese considerándole como a uno más de la casa. Más de una vez hospedó desinteresadamente a varios de ellos.

UNA COPLA EN VASCUENCE
Quizá sea “El Carabinero” el único jotero que ha cantado la Jota en el idioma vasco. Al llegar triunfador el Orfeón Bilbaíno, procedente de Barcelona, el año 1912, la colonia aragonesa de Bilbao saltó a recibirle a la estación, siendo Eustaquio Viruete el encargado de interpretar esta copla, entre grandes aclamaciones:

Orfeón Bilboiarrá,
Pillarán egón delake
Aragóngo, arkartasuna,
Coraia artuteko daior.

Su contenido traducido al castellano, viene a decir: “Al Orfeón Bilbaíno, por haber entrado a visitar a la Virgen del Pilar, le saludan sus amigos los aragoneses”. Esto no deja de ser un dato curiosísimo en la historia jotera de “El Carabinero”.
 

©Archivo Heraldo de Aragón

 DE RAZA LE VIENE…
Indudablemente, en muchos casos, existe una ley de herencia entre los joteros. En la familia de “El Carabinero” hemos visto cómo los hijos de éste se aficionaron a la Jota y llegaron a cantarla con predilección. Pero es que Eustaquio Viruete también heredó de su padre afición y facultades. El abuelo de la familia, Vicente Viruete, “El Tío Chindribú”, que nació allí por el año 1825, en plena ancianidad, tocaba en la guitarra varias tonadillas y, sobre todo, la “jota punteada”, presumiendo hasta última hora de haber sido uno de los más antiguos cantadores de Jota, ya que unos lustros después de terminada la Guerra de los Sitios cantaba él aquellas célebres coplas que debieron enfervorizar al pueblo de Zaragoza en su lucha contra el invasor:

Desde lo alto de Torrero
tiran bombas y granadas,
y la Virgen del Pilar
con su manto la ampara.

Por cierto que yo desconocía la existencia de esta otra copla, que también cantaba “El Tío Chindribú”:

¡Virgen del Pilar hermosa!...
¡ya te habrán hecho pedazos!...
desde la cuesta La Muela
se sienten los cañonazos.

La antigüedad de esta copla queda patentizada por el hecho de haber sido cantada en las mocedades de un jotero que nació hace cerca de siglo y medio.
“El Tío Chindribú” cantaba muchas coplas alegres y picarescas que, solo para hombres, las espetaba en meriendas y lifaras de toda clase, así como otras ingenuas y humorísticas. Las primeras quedan reservadas. De las segundas ofrezco estos dos ejemplos:

Una niña de cien años
y otra de ciento catorce
tenían un niño en brazos
que tenía… siento dose.

En la ventana La Romera
un huevo me costó un rial,
y aún me dijo la ventera
que no pagaba la sal.

Esta última, que mas que una cuarteta para Jota es una redondilla, no admisible nuestro cante, nos da la idea de la enormidad que en aquellos tiempos representaba cobrar a tres pesetas la docena de huevos, siendo así que la célebre ventera debió adquirirlos “perra gorda” o a “perra chica” la unidad. Yo, lo cuento como me lo contaron.
Demetrio GALÁN BERGUA.


La semana que viene podremos disfrutar de la lectura de un cantador oscense, concretamente nacido en La Perdiguera a principios del s. XX y que osó a cantarle al alcalde de Tamarite la siguiente copla:
Cuando un alcalde me pide
contesto con güenos modos;
pero si esije, le doy…
con la guitarra en los morros
¿A quién nos referimos?
Sergio Sanz Artús

jueves, 21 de marzo de 2013

Heraldo de la Jota (Introducción)

Entre el 13 de agosto de 1961 y el 13 de enero de 1963 fue HERALDO quien publicó ciento tres artículos del insigne doctor D. Demetrio Galán Bergua con el antetítulo de “Galería de la jota”.

Puede decirse que fueron la base del “Libro de la Jota Aragonesa” que el Dr. Galán Bergua publicó muy poco después.

En esos escritos contó cosas y anécdotas de las grandes figuras de nuestro canto regional, la mayoría de ellas incluidas después es su obra magna.

A la amabilidad de HERALDO debemos el poder ofrecer a los lectores y seguidores de nuestro blog la transcripción de esos artículos, indicando que contamos con la oportuna cesión, en exclusiva, de los derechos de reproducción, cedidos por su Archivo.

Quede aquí constancia de nuestro sincero agradecimiento a HERALDO, por permitirnos reproducir esas joyas joteras que, a buen seguro, serán del agrado de los amantes del que Benavente calificó como “auténtico himno nacional”.



Para el grupo D’Aragón supuso un honor poder participar en esa inigualable colección que el año 2011 nos ofreció, “SIEMPRE LA JOTA” en la que tuvimos oportunidad de conocer muchas cosas de las que se han escrito y escuchar voces históricas.

Nuestra rondalla interpretó la “Jota Aragonesa” de Camile Saint-Saëns, adaptada hace ya unos años por Luis Ángel Gálvez Villar.

Sirvan estas líneas de presentación sucinta del trabajo que ahora emprendemos y del sincero y profundo agradecimiento a HERALDO por permitirnos difundir estos textos que, como hemos dicho, son auténtica historia de nuestra Jota.

Estamos seguros de que los seguidores de nuestro blog quedarán complacidos.

El primer artículo, del 13 de Agosto de 1961, corresponde a un cantador nacido en 1853 y que pasó gran parte de su vida en Bilbao, donde cantó esta copla en vasco (puede que fuera el primer jotero en hacerlo):

Orfeón Bilboiarrá,
Pillarán egón delake
Aragóngo, arkartasuna,
Coraia artuteko daior.

¿Quién será?